La retinografía es una de las pruebas básicas de la consulta de oftalmología: una fotografía de la retina o fondo de ojo que forma parte del examen oftalmológico que cualquiera debería realizarse periódicamente, especialmente a partir de los 40 años, para prevenir cualquier enfermedad visual. Es muy sencilla y permite detectar alteraciones muy precoces. Nos lo cuenta la optometrista de visiõnclinic+ Emma Pons.
¿Qué es una retinografía?
La retinografía consiste en una fotografía digitalizada y magnificada –hecha con un microscopio adaptado a una cámara con flash– que nos muestra estructuras del interior del globo ocular claves para una buena visión, como son la retina, la mácula y el nervio óptico. Gracias a los retinógrafos de campo amplio que tenemos en nuestra consulta, podemos realizar capturas de imágenes panorámicas que abarcan más del 80% de la retina y permiten detectar incluso las lesiones más periféricas: con una única imagen abarcan una zona más extensa de la retina que las retinografías simples o centrales.
¿Cómo se realiza una retinografía?
La retinografía es una prueba sencilla, indolora y no invasiva, que no requiere contacto con el ojo. Es muy rápida, suele rondar entre 1 y 2 minutos por ojo, dependiendo del tipo de retinografía. Ya sean simples o de campo amplio, requieren de dilatación previa de la pupila. Los colirios midriáticos tardan unos 10-15 minutos en hacer efecto y provocan visión borrosa durante unas horas, por lo que es preferible acudir acompañado.
Emma Pons
“La retinografía permite detectar patologías de la retina que permanecen asintomáticas y controlar la evolución de otras ya diagnosticadas: proporciona información sobre el estado de estructuras como mácula, nervio óptico y vascularización de la retina "
¿Qué nos permite diagnosticar la retinografía?
Utilizamos la retinografía para el diagnóstico, seguimiento y control del tratamiento de la mayoría de enfermedades retinianas: retinopatía diabética, edema macular diabético, retinopatía hipertensiva, degeneración macular asociada a la edad, incluso glaucoma, retinosis pigmentaria y nevus coroideo, entre otras.
¿Cuándo está indicada?
La retinografía está indicada en caso de alta miopía, diabetes o hipertensión arterial, condiciones que influyen en la salud ocular. También si tienes antecedentes familiares de patología oftalmológica, aconsejamos un control exhaustivo. Pero, incluso cuando no existe una patología diagnosticada, es necesario realizarse revisiones oculares completas que incluyan esta prueba. Recomendamos que sean anuales a partir de los 40-45 años, cuando se activa el proceso degenerativo del ojo y empieza a aparecer la presbicia.
Dependiendo del diagnóstico, puede ser necesaria la realización de otros tipos de pruebas oftalmológicas como la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT).
Dra Marta Pazos