El tratamiento médico del glaucoma consiste, básicamente, en colirios o gotas oculares. Estos medicamentos para el glaucoma vienen instilados en el ojo, por el paciente, una, dos o tres veces al día. Dichos colirios hacen bajar la presión intraocular de manera efectiva. El rango de efectividad varía: desde un 30-34% de descenso tensional, los más eficaces; hasta un 15-20%, los menos potentes.